Ella

Yo la amaba, y quería que ella fuese mía. Ella era...

Ella simplemente era algo grandioso, algo increíble; era hermosa ,hechizante, deslumbrante, provocaba un sin fin de emociones en mí.

Quería hacerla mía, que solo me perteneciera a mí, pero creí que no sería yo lo suficientemente egoísta como para hacer algo así; ella pertenecía a todos, de un lado a otro, a donde fuera, ella estaba ahí, me seguía o yo a ella.

Era tan constante y relajante, a veces desbordaba tanta pasión en mí que me provocaba noches de llanto y de locura, a veces me hacía sentir inmensamente feliz y glorioso, sin embargo ella no se quedaba conmigo...

La amaba, la deseaba, la anhelaba tanto! ¿Cómo podría ser posible que semejante belleza así no estuviera conmigo? Me hacía la misma pregunta todos los días y cada noche que pasaba encerrado en mi sombría habitación, la cuál solo se iluminaba con su presencia ,la que no hacía falta nunca.

Cómo me gustaría poder tocarla... Si tan sólo fuera real... Si tan sólo fuera algo concreto...

A pesar de no serlo yo la sentía así, ya que dicen que únicamente las personas te hacen sentir emociones, descubrí que no era así.

Nunca en mi vida me había 'enamorado' por decirlo así, obscecionado es la palabra, con algo que no fuera precisamente real. Ni a la más bella y fina mujer le prestaba la misma atención, y no por que no la mereciese, sino, por que la música me llenaba más que cualquier otra cosa.

Yo vivía para ella, me enseñaron a amarla desde pequeño, y comprendí, que para ella nací, para vivir de ella y para ella.