domingo, 3 de enero de 2010

Extraordinary Girl


Tengo sueño, sin embargo lo que me dijo no me dejará dormir.

Hace pocas horas (a éstas alturas, el día de ayer), una persona muy importante y especial para mí, me dijo que tenía que salir de viaje por que iban a realizarle una operación; no supe de qué exactamente, pero aún así, fuese de lo que fuese, seguía siendo una operación.

Esa persona es (lo que me da gracia es que el Word desconoce sus dos nombres y su apellido materno).

Si, ya sé que no muchos de los que están leyendo esto saben de quién se trata y yo también se eso, pero me basta con que yo sepa quién es él.

Nos conocimos en el verano del 2008. Ya es 2010, si, para algunos parece mucho o quizá tiempo escaso para conocer a una persona lo suficientemente para confiar en ella, sin embargo, yo podría confiarme a él con los ojos cerrados.

Hasta dónde sé, sus antecedentes penales están limpios (aunque hay un “no sé qué” que me hace dudar de eso) y es un muy buen amigo y chico muy lindo de corazón.

Quizá no estaba yo en mis mejores momentos, la escuela, la familia, los “amigos”… Muchas cosas que me afectaban hasta tal punto de decir que tanto mi vida y mi suerte eran un fiasco.

Hasta que vagando “por ahí”, lo conocí y sentí como si me hubieran arrojado un borrador de madera a la cabeza.

No es argentino, pero sí es lo que se podría decir “sencillito y carismático”. Muy ocurrente y gracioso quizá por naturaleza, no lo sé, no estuve junto a él en esos tiempos (ahora pienso que quizá me habría gustado estar ahí).

Gracias a él conocí los extravagantes patrones de ropa interior masculina (quién usaría eso!? ah sí… él). Era muy… muy contrario de lo que era yo en ese entonces.

Tenía una clase de … chispa (sí, quizá suene un poco pirado pero no encuentro otras palabras) que lo hacía destacar sobre y entre los demás, además de que siempre captaba mi atención (y no, no era el hecho de hacer spaaaaaaaaam o que escribiera con MAYÚSCULAS).

Muchas cosas me recuerdan a él, la música es una de esas cosas. Resulta que Green Day (que viene siendo mi grupo favorito) también le gusta a él, punto a favor.

El tiempo pasaba y las cosas cambiaban, noté cómo con el tiempo ambos maduramos (él más rápido que yo).

Pero él seguía conservando su flama, su chispa incandescente que siempre lo haría estar por encima de los demás.

Él no sabe esto, pero yo lo admiro demasiado, aparte de quererlo lo admiro mucho.

Ha tenido sus momentos de locura cuando platicamos pero así ha tenido sus momentos cuerdos que me sacan de mi tristeza y me han hecho caer en cuenta que no hay que darse por vencidos nunca.

Así como él me ha dado clases de madurez, también clases de cómo volver a sentirse bien a pesar que el mundo se esté cayendo a tus espaldas.

Estoy segura que es clase de persona que nunca puede faltar en ningún lugar por que se nota de inmediato su falta.

Es el amigo optimista que todo mundo quisiera tener, incluso yo; el amigo optimista que sabes que siempre estará ahí para ti y que nunca te fallará.

Es la clase de pocas personas por las cuáles yo me atrevería a robar un banco quizá y a dar mi vida, pero no sería lo mismo, mi vida no vale tanto como la de él.

Con un gran camino largo por recorrer, él sigue intentando a su manera, sé que siempre ha sido así y así será.

Tal vez esté diciendo las cosas de una manera quizá precipitada, tal vez esté hablando como si lo conociera de hace tiempo atrás, mucho tiempo.

Tal vez tenga poca razón en todo lo que dije, pero sé que en algo no me equivoqué.

Yo sí daría mi vida a cambio de la de él, por ese amigo tan lejano sin embargo que lo quiero y lo amo demasiado, aunque fuera mi último día en la tierra.


No hay comentarios: