martes, 28 de junio de 2011

Yo no te obligo, es si tú así lo quieres.

Ese horrible sentimiento de inseguridad, de no saber si lo que te dice que siente es verdad.


La verdad es que tengo miedo. La verdad es que ya no confío en alguien que me diga palabras lindas. La verdad a veces duele.

Desde un principio pensé en poner un escudo, una barrera; anteriormente me habían herido y necesitaba tiempo para reponerme, pues no estaba nada bien.

Me confié de más, no ví que demostraras signos de "maldad" por así decirlo, y entonces avancé, totalmente al descubierto. Mis intenciones no eran las que tengo ahora, sino todo lo contrario, no sé si hice bien o mal al no alejarme a tiempo cuando debía y cuando podía hacerlo, y entonces seguí avanzando, pero ya no iba mal, no estaba sola y ya no era amargura lo que sentía.

Empecé a escuchar a la gente, lo que decía de ti; la escuché a ella más que a nadie, y después me escuché a mí misma y después vino esa horrible coincidencia y noté aquél sentimiento de reciprocidad que no quería sentir hasta dentro de mucho tiempo después.


Un sucio ya tan repetido "Y por
qué no?" resonó de nuevo en mí, pero sin valor alguno, realmente no quería nada.

Me sorprende la manera en que lo hiciste, o lo idiota que soy para encariñarme rápido con las personas, en fin, y así tan rápido como las nubes se las lleva el viento, ya me habías cambiado por dentro.


Me dí cuenta de todo muy rápido, y así pasó, rápido. No sabía cómo actuar ni comportarme, porque no sabía qué te había hecho opinar así y tampoco supe por qué yo llegué a pensar/sentir lo mismo. Con eso ya mi plan de alejarme, no sentir nada, no corresponder, no volver a querer, etcétera, se había ido a la... (sabías que una vez vi una papelería que se llamaba "La Goma"? jaja ese día inventé muchas cosas).

Ya con mi plan arruinado pues no me quedó más que rendirme, así que me dejé llevar...

Me han dicho tantas cosas y fallado tantas veces que en serio creí que jamás iba a querer bien a alguien, o que alguien llegaría a quererme de verdad, por los mismos motivos dejé en tercer plano (sino es que más abajo)
TODO lo que tuviera que ver con el amor y "esas cosas".

Y cuando miré a mi derecha estabas ahí.
Miraba hacia mi izquierda, y también estabas junto a mí.
Volteaba, y estabas detrás de mí.
Un día cerré los ojos, y ¡maldita sea! también estabas en mis sueños.

(pero bueno, en ese punto en el que ya me encontraba
(sin que fuera decisión mía) no me molestaba)

No sé qué pasa por tu mente, pero me gustaría saberlo de una buena vez y que alguien me asegure, me jure, que todo lo que dices y sientes es cierto.


Como te deberías de dar cuenta, tengo mucho, bastante miedo porque ya estoy cansada de todo lo poco o mucho que me han hecho, y aunque ya he pasado por cosas así y no me quitaría nada decir "bah, qué importa? la gente viene la gente va y todo lo que tenga que ver con 'eso' me da igual" de todos modos siento, y es que sí me importa y sólo quisiera estar bien, sola o acompañada pero bien.

Si vas a empezar algo, términalo bien.
Si vas a acercarte a algo desconocido no debes temer.
Si vas a querer lo debes demostrar y decir.

Si vas a prometer, lo debes cumplir.
Si me vas a hacer llorar, dilo de una vez o calla para siempre.

Atte: La pequeña niña, del corazón de bronce, que llora.




No hay comentarios: