lunes, 7 de junio de 2010

Cristales de Papel

Les contaré, no la historia más linda que haya existido jamás, pero sí una que es tan triste como las demás..

Un día ella dijo: Quiero un chico que haga origami y con eso me haga sonreír...
Él respondió que conocía a uno.

Sin más ella le preguntó quién era y sorpresiva fue su reacción cuando él respondió por su nombre...
-Eh?...¿Tú?
-Sí. Es difícil de creer? jeje.
-Mm... es que.. no nada.
-Jaja vamos, qué cosa?


Ella no respondió, mas para ella misma pensó que él, más perfecto no podía ser...

Jeje, y qué quieres hacer con el maestro origami? dijo llamando de ella toda su atención, que con voz queda susurró:
Ponerlo... En un aparador de cristal y admirarle por y para siempre...Wow... Suena un poco incómodo, ¿lo ailmentarías?
Siempre
¿Le darías cariño al pobre? Se debe sentir solo ahí encerrado
Mmm.. No creo, le daría todo lo que quisiera
Entonces así está bien.

Ella se juró que "al maestro del origami" jamás le haría falta nada, que le daría mucho amor y mucho cariño.
Sin pensar que ése gesto fuése quizá el más egoísta que se cometiera antes, la chica consiguió la jaula y esperó a que el maestro del origami regresara.

Si él acudía a meterse en la urna de cristal ella sería feliz, pero, ¿y él?.
Así pues, ella se prometió que el día de su muerta le dejaría salir para que fuése libre, pero antes le admiraría todo el tiempo, a todo momento, dispuesta a darlo siempre todo por y para él...

Y aún hay más...

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