sábado, 21 de diciembre de 2013

Marco

...
No sé cómo empezar a hablarles de él, así como no sé cómo fue él quien me habló primero.
En serio no sé qué decir.

La relación con él fue difícil cuando ya estábamos con a partir de que se unió Luis.

El primer día de clases me senté al lado de Marco. Su corte emo y un no-sé-qué en él me hicieron pensar que era uno de esos emos mamones que tanto me desgradan, así que traté de no hablarle. Pero él me siguió.
Para la clase siguiente debíamos ir a un lugar del que nadie sabía su ubicación, yo seguí a un tipo y él me siguió a mí. Se sentó a mi lado en el autobús y trató de hacerme la plática "¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es tu género favorito?" yo no tenía ni ganas ni idea de cómo y qué responderle, simplemente quería que dejara de hablarme. Me siguió el resto del día (además de que íbamos en el mismo grupo) y como nuestros caminos de regreso a casa coincidieron, no pudimos alejarnos (además era un buen pretexto para que yo no regresara sola a mi casa a las 9 de la noche).

    Al día siguiente tuvimos unas horas libres así que fuimos a comer y platicar por ahí. Me dijo que tenía 17 años y que era un prodigio a lo cuál respondí sorprendida que no le creía. Después me confesó la verdad, tenía un año más y se había atrasado. A decir verdad parecía que gozaba de molestarme.

Ay, en serio no sé cómo continuar esto. Lo dejaré para después.

Bien, empecé esto el 12 de Diciembre del 2013. Supongo que hoy 21 de Diciembre del mismo año ya es "después".
Abro un breve paréntesis al relato, para decirte (y a la vez no hacerlo) que he soñado contigo, no sé si sea porque te extrañe o algo parecido, pero de igual forma hasta en mis sueños eres cruel conmigo, porque me hiciste llorar y no de tristeza precisamente. Continúo entonces.
Esa broma de su edad ahora que recuerdo quizá fue un poco agradable, pero sólo un poco.

Nos sentamos en la sombra, en la escultura rara de la bola amarilla de arquitectura. Comimos y platicamos de sus malas decisiones. Él quería estudiar música pero lo dejó porque después iba a estudiar psicología, incluso llevaba un libro enorme y pesado donde venía lo que debía estudiar. Cito, porque recuerdo con exactitud, lo que me dijo respecto a que se iría de letras: "¿Sabes qué es lo que voy a extrañar? le respondí que no y esperé su respuesta mientras nos mirábamos. -A mi confidente." y me sonrió de una manera muy serena.

... No sé, fue muy extraño. Y hasta ese día nos llevamos bien.

Después llegó Luis. El chico raro con cuerpo de Jack Skelleton que disgustaba de sentarse en el pasto cuando estaba verde (sí, éste es aún más raro). No recuerdo bien de qué hablábamos pero Marco dijo "La (mi nombre) de mi mente es más perfecta, así que me quedo con esa." cosa que me extrañó y para romper el silencio que se hizo entre los tres sólo dije "Ah, ¿así que ya soy perfecta así como soy?" para burlarme, y él rió nerviosamente.

Jugábamos, nos divertíamos, me molestaba, volvíamos a divertirnos, me molestaba, me molestaba, me seguía molestando, me molestaba otra vez, ¡carajo, en serio que no dejaba de molestarme!.

Pero hasta eso, que me molestara era divertido... Sí, a veces. Soy una persona que se desespera e irrita fácilmente, como los gatos: tres caricias son suficientes, una más y te saco un ojo.

Él, Marco, se aprovechaba de casi todo para molestarme. A mí me gusta Green Day, a él le gusta Muse. No eran las tardes casi una constante "Green Day vs Muse". Lo juro. A veces decía cosas de mi ex-novio, otras sobre mí, sobre la preparatoria a la que había ido, cualquier cosa.

Un día me harté demasiado y le grité "¿Sabes qué? ¡Ya cállate, me hartas, me caes mal!".
Aunque no era verdad... No del todo. Una mitad de mí lo odiaba y mi otra mitad... pues no siente mucho nada ok, mi otra mitad en el fondísimo lo quiere y extraña.

Como decía, nuestra relación era ... No sé, mala. Apestaba. Casi siempre peleábamos. Así como soy no sé por qué no llegamos a golpearnos, y si lo hicimos no recuerdo. Aunque creo que sí una vez nos dimos de manotazos o nos pellizcamos muy duro. Sí, nos pellizcamos hasta hacernos daño, pero no tanto.

En fin, a él, en comparación con Luis, nunca le dije cuánto lo quise (sí, también lo quería) y tampoco se lo demostré. Bueno, a veces sí.

Cierta vez, una tarde en nuestras horas libres estaba yo de pie y ellos sentados en una barda. Me acerqué sin decirle nada y como pude lo abracé por la cintura; al momento de abrazarlo él igual medio me abrazó la espalda y exclamó un leve "Ehh" como cuando alguien logra o consigue algo que quería. Y nos quedamos así un rato mientras Luis nos platicaba algo. Luego me separé. Y ese fue el único abrazo que nos dimos en los dos años que fuimos "amigos".

Otras veces, no sé qué pasó pero él no confiaba en mí. Quería yo abrazarlo o me le acercaba y él desconfiado se hacía hacia atrás y estaba siempre a la defensiva. Confieso que eso me entristeció.

Aún más raro es que si, por ejemplo, llegaba a faltar Luis, los dos regresábamos solos en el metro, sentado uno al lado del otro y nunca peleábamos ni nos pellizcábamos ni nada parecido. Teníamos muchos temas de conversación y nos portábamos tranquilos. Cuando iba yo con Luis no hablábamos para nada. NADA. Pero en serio nada. Todo era silencio. Y cuando íbamos los tres juntos nos hablábamos bien pero la mayoría de las veces me recuerdo peleando con Marco. Otra cosa es que nunca me despedía de él de beso, con Luis sí aunque estuviéramos enfermos. Pero de/con Marco nunca.

Ah y bueno, él al principio del semestre iba sentado al lado mío, en el asiento del pasillo y se recargaba en mi hombro porque decía que tenía sueño. Realmente con sueño y sin él se recostaba en mí, decía que era muy cómoda (hay varias fotos de él dormido o recostado en mis hombros). Fuera de eso no hubo contacto de otro tipo.

*Pausa en lo que recuerdo más cosas buenas*

Ya. Cuando hablaba con él por internet me decía mi nombre abreviado o como me decían todos y de cariño, o con diminutivos; en persona él decía mi nombre completo.

Pero como todo lo bueno se debe acabar, él también cambió. Aunque no mucho, su personalidad e intenciones de molestarme siguieron pero fueron más marcadas y ya no tan en broma.

Él siempre competía y se comparaba conmigo, pero todo eso rayaba en lo estúpido, incluso Luis se llegó a hartar de él. Marco siempre le daba a Luis el lugar de juez y decía cosas como "¿Quién tiene el cabello más oscuro, ella o yo?; ¿Quién tiene los ojos más oscuros, ella o yo?; ¿Quién es más alto, ella o yo?" y cosas de ese estilo que a mí no me importaban. Pero después las competencias se involucraron con lo escolar.

Y realmente no puedo comprender cómo es que se sentía tanto si tenía (y seguramente aún tiene) una ortografía y redacción del asco. Una vez trató de hacerme una broma escribiendo en el pizarrón "(Mi nombre otra vez) estubo aquí". Luis y yo nos burlamos de él y borré lo que escribió.

El día que nuestra relación empeoró, fue la noche de un día en el que de pura casualidad no fui a la escuela o no me tocaba ir ese día.

Resulta que tuvo una mala experiencia amorosa y me fue a contar a la red social de moda. Una de las muchas cosas malas de éste chico es que disfruta haciéndose la víctima, entonces empezó a contarme que tenía muchas enfermedades y que no sé qué, no recuerdo (creo que también soy mala amiga porque en ese momento lo ignoré por el plan en el que se puso). Traté de hacerlo entrar en razón diciéndole que no era el único que no llevaba una buena vida. Y estalló.

Me dijo que no sabía por qué me contaba sus problemas, que eso debería estar diciéndoselo a alguien importante como Luis o su baterista (o a su bajista, no recuerdo). Le dije "Si te quieres desahogar ok, hazlo, te escucho" me respondió que no estaba haciendo y que no haría tal cosa y después me propuso un trato: Él nunca me volvería a preguntar por mi vida y yo nunca le volvería a preguntar por la suya. Y se fue.

Pero yo nunca dije que sí ni estuve de acuerdo.

Al día siguiente me ignoró y no me incluía en los temas de conversación que tenía con Luis. Me tomó en cuenta hasta el momento en que tuvimos que pasarnos la tarea de Latín y le dije en modo irónico "¿Qué, ya no me vas a ignorar, ya vas a hablarme?". Hasta hoy no sé si Luis estuvo al pendiente de esa conversación ni si sabía por qué le decía yo ésas cosas.

El 5 de Junio del año en curso, el día que me despedí, él no estaba presente.

Poco después en la tarde de ese mismo día abrí mi cuenta de FB y vi que habían unos mensajes suyos.
Oye (mi nombre en diminutivo) tranquila, el examen sólo vale un 20%. Te irá bien.
Pero ya no respondí.

Ésa misma noche, o al día siguiente, no recuerdo bien, me eliminó de "sus amigos". Tres días después lo hizo Luis.

Ahora que inició este semestre a veces le da "Me gusta" a una de las cosas que pongo en las publicaciones de amigos que tenemos en común. A veces lo hace con las viejas fotos en las que lo tengo etiquetado. Pero ya no.

Recuerde algo que no es muy relevante de mencionar, pero él me conocía de vista antes de que nos "presentáramos formalmente" (en grupo, quiero decir). Él recuerda haberme visto en la fila de la foto para la credencial, dijo que estaba justo detrás de mí. Yo ni siquiera volteé hacia atrás. Recuerdo otras graciosas, donde me emparejaban con él, y para los dos era incómodo.

Una vez, en una visita guiada jugamos a molestarnos, y yo en broma me alejaba de él y lo miraba feo, quitaba mi hombro cuando me tocaba, entonces la profesora volteó, lo vio y le gritó "¡Ya déjala! ¿Que no ves que no quiere contigo?" *risas* fue muy vergonzoso para mí que sólo bajé la cabeza y apoyé la frente en la espalda de Luis, cerré los ojos y medio reí. En cuanto a él no sé qué hizo.

Para finalizar sólo puedo decir... Que las coincidencias siempre han sido de mi agrado, y que no son gratis.



I'm coming to hold you now
When all your strength has gone
And you feel wrong
Like your life has slipped away

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